Protegemos la dulzura con el mimo de una excusa liviana
libre de un pretexto , con el cándido apego a la alegría.
Distintos pensamientos imaginados en un lienzo
para darle el trazo que se aproxime al deseo
mirarlo como se mira uno en un espejo
y llenarse las pupilas de colores.
Concurrir en una sala , de una casa abandonada
y dejar que escape por las ventanas
para cubrir después los días de cortinas opacas.
Distintos puntos suspensivos
suspendidos en la pluma
escritos para no ser recitados en voz alta
y llenarse las yemas de los dedos de tinta .
Promete no dejar a oscuras la valentía
cuidamos de la dulzura
tejiendo pétalos para contentar al miedo.